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    Alianza económica con China, receta para un posible desastre 

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    Por Expediente Público

    El rastro de las inversiones, financiamiento y política de Pekín en América Latina, es oscuro y negativo, lleno de promesas y expectativas sin cumplir, advirtieron investigadores de Estados Unidos y Latinoamérica en el foro China en América Latina: Realidad y Tendencias en Costa Rica y Centroamérica”, realizado este martes 1 de agosto en San José, Costa Rica. El evento fue organizado por el centro de investigación Expediente Abierto y la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad.

    Margaret Myers, directora del programa Asia y América Latina del Diálogo Interamericano, explicó que la estrategia china hacia el exterior tiene tres campos de acción, los mercados, el interés el acceso a materias primas, como artículos agrícolas, petróleo y minerales y sobre todo tecnología, y el tercero, que las empresas permanezcan competitivas. 

    En Centroamérica la motivación se sobrepone en estos tres puntos, pero entre las prioridades lo determinante es la ubicación estratégica de estos países en la zona de influencia de Estados Unidos. 

    Destruir a Taiwán

    China conquista a naciones que eran aliadas de Taiwán para erosionar la influencia de Taipéi, e influenciar en el voto que hacen estas naciones en foros internacionales para dar presencia internacional al país comunista.  

    Myers no cree que Centroamérica obtenga lo que espera de China, que está tratando de invertir en sectores de tecnología solo para su propio beneficio. 

    Además, el gigante asiático a diferencia de hace una década, tienen menos recursos económicos, por lo cual “vemos el riesgo de reputación en todos los países de la región”. 

    La experiencia venezolana 

    Catalina Micolta, directora académica de la Fundación Andrés Bello, presentó dos investigaciones en el foro sobre el seguimiento a los proyectos chinos en la región. El primero siguió la pista de 81 proyectos del régimen comunista chino en Venezuela, enfocados en la industria, transporte e infraestructura, donde el 60% de ellos nunca se finalizaron. 

    A la vez, 43 proyectos presentaron irregularidades y 22 sospecha de irregularidad. En estos se vieron casos de corrupción probados por medio de judicialización, sanciones o penas privativas por la comisión de algún tipo de delitos. 

    Cada cuatro de cinco proyectos pudieron tener problemas o irregularidades y fue comprobada la corrupción en un 22% de los casos mientras que otro 56% tuvo indicios de corrupción, dijo Micolta. 

    El 30% de proyectos presentaron irregularidades de ejecución, 22% complicaciones financieras o costos y 22% tenían inconsistencias de ejecución y administración. 

    Un total de 42 empresas chinas participaron en estos proyectos, particularmente en industria, energía y petróleo, áreas sensibles para la economía y desarrollo de China, por lo que hay una condicionalidad económica que exige la presencia de empresas chinas en la cooperación bilateral. 

    Otra investigación con cinco países andinos como Colombia, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Perú, se centró en las prácticas de China Harbor, subsidaria de China Comunication Construction Company, donde hubo casos de corrupción en ocho proyectos y los préstamos por petróleo en el caso de Ecuador, como tráfico de influencia (26%) y sobornos (26%). 

    Realidad contra expectativas 

    Félix Maradiaga, desterrado político nicaragüense y presidente de la Fundación para la Libertad indicó a Expediente Público que la punta de lanza china es su posición económica sin retar militarmente a Estados Unidos, como se evidencia en la última cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), donde se probó que China desplazó a la Unión Europea como segundo socio comercial. 

    Para Maradiaga el mayor beneficiado en el mundo del ascenso económico chino es América Latina, sobre todo en el área de extracciones y materias primas. 

    Sin embargo, desde una perspectiva geopolítica, China no puede ser tomada a la ligera, porque hay un interés de establecer incluso convenios militares con América Latina. 

    Recientemente la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos Laura Richardson, alertó de que estas alianzas comerciales tienen situaciones preocupantes en los temas de propiedad intelectual, financiamiento de regímenes autoritarios, ciberseguridad y medio ambiente. 

    La realidad de Costa Rica 

    En el caso de Costa Rica, es un país que apuesta por la democracia y el medio ambiente, combinando la estrategia de China de acelerar la extracción de minerales. 

    En el 2006 Costa Rica mostraba una balanza equilibrada con China. En ese año las exportaciones fueron de 558 millones de dólares mientras que se importaron 554 millones de dólares. Actualmente son solo 400 millones de dólares en exportaciones anuales, sin embargo, las importaciones pasaron a 4,133 millones de dólares en 2022. 

    Maradiaga puso como ejemplo que Costa Rica exporta 600 millones de dólares a Nicaragua, pero a China le exporta 400 millones de dólares, aunque sus importaciones crecieron 26 veces desde que rompió con Taiwán hace 17 años. 

    Pekín no quiere una confrontación con Estados Unidos, sino, control en los espacios laterales, como África. En el caso de los América Latina tiene interés en la explotación de minerales, lográndolo a través de los partidos comunistas regionales. 

    Nicaragua es «un socio barato»

    Maradiaga sostuvo también que Nicaragua es un «socio barato», porque no tiene que ofrecer en transparencia y gobernabilidad, pero Costa Rica significaba el primer socio en Centroamérica con altos índices de aceptación en foros internacionales. 

    Si bien China tiene apetito por mano de obra barata, el régimen de Nicaragua busca préstamos aunque no tiene la capacidad exportadora costarricense. 

    En el caso de Nicaragua, la prioridad de la estrategia de Ortega es Rusia. “Daniel Ortega desea que Moscú sea la punta de lanza de sus relaciones, pero la invasión de Ucrania, ha desnudado esta posición”, declaró en el foro. 

    La estrategia de China 

    Matt Schrader, investigador en Capitol Hill y del International Republican Institute, explicó que China sigue la doctrina de “rejuvenecimiento nacional”, es decir, recuperar el estatus global e influencia previa al colonialismo europeo mediante su partido, el marxismo y el materialismo dialéctico histórico. 

    Para el experto, lo más importante es entender el férreo poder del Partido Comunista, una institución con 90 millones de miembros que gobierna 1,400 millones de personas. 

    La franja y la ruta de la seda 

    China se plantea en su plan de influencia global un programa de inversiones en la llamada nueva ruta de la seda, de entre 600 y 700 mil millones de dólares, priorizando en América Latina a Brasil y Argentina, informó Schrader. 

    ¿Cómo usa el partido comunista estos proyectos de franja y ruta?, Schrader explicó que existen 93 empresas estatales que cuestan 26 billones de dólares y cualquiera que maneja una de estas firmas, está obligado a reportar a Hao Peng, jefe del Departamento de Organización de PCC. 

    China Index 

    Hernán Alberro, socio ejecutivo de China Index, una iniciativa de la organización Doublethink Lab cuya primera edición se presentó en diciembre de 2022 para medir la influencia del gigante asiático en el mundo, explicó que este índice anual mide indicadores económicos que Pekín vende como éxito, pero también otras áreas, desde medios, academia, economía, tecnología, política interna, política exterior, etc.  

    El país más expuesto del istmo es Panamá con el puesto 23, particularmente por la influencia en la política interna, tecnología y sociedad, pero Nicaragua con apenas seis meses de relación ya aparecía en el puesto 76 de 82 países. En Costa Rica la conexión más estrecha se da en la academia y se encuentra en el puesto 39. 

    “Los valores han cambiado radicalmente en el caso de Nicaragua. Todas las semanas hay una información diferente. La información que hay tiene que ver con la presencia de las telecomunicaciones de China en todo el ecosistema informativo y terminará sirviendo para controlar a la ciudadanía y el disenso”, sostuvo Alberro. 

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