InicioAnálisisElecciones primarias en Honduras: Lo bueno, lo malo y lo feo 

Elecciones primarias en Honduras: Lo bueno, lo malo y lo feo 

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Honduras celebró este domingo sus elecciones primarias de cara a las generales de noviembre. Tras una jornada memorable, repasamos lo bueno, lo malo y lo feo, reconociendo siempre el compromiso de los ciudadanos que acudieron a votar, y de todos aquellos que trabajaron en este proceso electoral. 

Lo bueno 

Comienzo con una nota positiva felicitando el compromiso del Consejo Nacional Electoral (CNE) con la modernización de sus elecciones. Por primera vez en unas elecciones primarias hondureñas se aplicó biometría para la validación de la identidad de los votantes y un Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP).   

Los 24.858 dispositivos biométricos se iniciaron y conectaron correctamente en más del 85% de los 5.761 centros de votación de todo el país. Tras un exitoso debut en las generales de 2021, el CNE pudo mejorar sus indicadores, demostrando que la institución tiene la capacidad para seguir innovando y mejorando el proceso electoral.   

El TREP también tuvo una jornada sin precedentes. Es importante recordar que las primarias en Honduras tienen un largo historial de retrasos en la publicación de resultados. Cuatro años atrás, durante las primarias de 2021, los hondureños esperaron casi tres días para conocer los primeros resultados. Esta vez, y aun cuando la validación de las actas fue mucho más rigurosa en estas elecciones primarias, el total de actas transmitidas (50%) y publicadas (29%) estuvo inclusive por encima del histórico para cualquier tipo de elección hondureña, incluyendo las últimas presidenciales en 2021. 

Además, por primera vez en la historia de unas primarias los partidos políticos tuvieron acceso a un repositorio donde podían visualizar y procesar internamente todas las actas, al mismo tiempo que el CNE, desde el momento en que se comenzaron a transmitir. Alrededor de la medianoche ya podían visualizar el 50% de las actas transmitidas.  

Otro reconocimiento se lo llevan los integrantes de la Juntas Receptoras de Voto (JRV), que a pesar de la falta de coordinación y el caos organizativo permanecieron en sus respectivos lugares e hicieron posible que el pueblo hondureño se expresara. 

No podemos olvidar que finalmente son los votantes los protagonistas de una elección, y que a pesar de los problemas logísticos que abordaremos más adelante, asistieron masivamente para respaldar a sus candidatos. 

Lo malo 

Lamentablemente, no todo fueron buenas noticias.  Las elecciones son despliegues masivos, proyectos de misión crítica, donde miles de variables deben funcionar correctamente en un día.  

Estas primarias serán recordadas por los enormes problemas que plagaron la logística de la elección. Llegadas las 8 de la noche, el CNE seguía emplazando a los votantes para que permanecieran en los centros de votación esperando la llegada del material electoral. La jornada de votación tuvo que ser extendida en un par de ocasiones, en un esfuerzo por permitir una mayor participación. 

Con la elección general pautada para noviembre de este año, el CNE tiene la obligación de investigar detalladamente lo ocurrido. En la noche de la elección, la Consejera presidenta del CNE, Cossette López, prometió una investigación para entender los problemas logísticos y evitar que empañen futuras jornadas. De igual manera, el Ministerio Público anunció la creación de un “grupo élite de fiscales” para investigar irregularidades en el proceso electoral. Esperemos que de esta experiencia tan negativa que empañó la fiesta democrática salgan lecciones y aprendizajes. 

Otro problema a abordar de cara a noviembre fue la falta de respuesta oportuna que tuvieron las organizaciones nacionales e internacionales que estaban interesadas en observar las elecciones. Los monitores electorales domésticos recibieron las acreditaciones con muy poca anticipación, lo que genera incertidumbre en la organización de una misión tan crítica. Por su parte, algunas organizaciones internacionales que solicitaron acreditación no obtuvieron respuesta del CNE. 

De acuerdo al primer reporte de la Red por la Defensa de la Democracia, hasta un 50% de sus 1.200 observadores desplegados reportó restricciones para ejercer sus labores. Es fundamental que en las capacitaciones que el ente electoral brinde a los funcionarios y personal electoral queden claras las facultades de los observadores para que se les facilite su trabajo. 

Lo feo 

Las elecciones no solo brindan una oportunidad a los votantes para expresar su voluntad; también confieren legitimidad a las autoridades electas. Resulta muy preocupante que algunos candidatos se hayan sumado a campañas de desinformación, publicando información maliciosa y sembrando dudas sobre la integridad del proceso electoral. Este tipo de acciones no solo afectan la confianza pública, sino que también pueden tener repercusiones a largo plazo para la estabilidad democrática del país. 

Honduras se encuentra en un momento crucial de su historia democrática. Los avances tecnológicos, como la implementación de la biometría y del TREP, han sido pasos importantes y positivos hacia el fortalecimiento del sistema electoral. No obstante, los retos logísticos y la desinformación representan grandes desafíos que deben ser abordados con urgencia. Para asegurar el éxito de las generales de noviembre, es crucial que el CNE revise cuidadosamente los inconvenientes de estas primarias y trabaje para fomentar un ambiente electoral transparente, eficiente y confiable. Solo así, los hondureños podrán tener la confianza necesaria para participar cívicamente y fortalecer su democracia. 

El autor es Director Ejecutivo de Transparencia Electoral. Lo puedes seguir en X como @JesusDValery o @TransparenciaAL.

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