Por Expediente Público
El 9 de diciembre se cumple un año desde que el régimen de Nicaragua, presidido por Daniel Ortega y su familia, rompiera relaciones con Taiwán a favor de la República Popular de China (RPC), saliendo también del acuerdo comercial que ratificó en enero de 2007 con la isla.
A pesar de toda la propaganda mediática de Ortega en favor de la incursión china, en un año ese país no dona ni presta ni invierte en Nicaragua. Ni siquiera tiene grandes promesas de cooperación como lo ha hecho con otros países de la región.
“Nunca antes un país había recibido tan poco por cambiar relaciones diplomáticas con Taiwán por China”, señaló a Expediente Público Evan Ellis, especialista en Estudios Latinoamericanos del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos.
En lo que va del año China ha donado casi un millón de vacunas Sinovac que no combaten las últimas variantes de la COVID-19, entregó equipos para mejorar la represión de la Policía Nacional a opositores, firmó acuerdos entre sus medios estatales y los medios oficialistas.
Un acuerdo para construir viviendas
Se firmó un convenio marco mientras se negocia un Tratado de Libre Comercio (TLC) para compensar la pérdida de exportaciones a Taiwán. Quizá el acuerdo más tangible es la supuesta canalización de 60 millones de dólares para construir viviendas.
Por el contrario, cuando Costa Rica rompió con Taiwán en 2007, hubo gestos significativos de la RPC como premios por cancelar a la que considera una provincia rebelde, recordó el experto.
A pocas semanas del cambio de relaciones se anunció la construcción del estadio nacional, más la compra de 300 millones de dólares en bonos, proyectos de construcción de una carretera, una clínica y el establecimiento del Centro Confucio.
En el caso de Panamá, no todos los proyectos prosperaron, pero se anunciaron dentro de las siguientes semanas que había memorándum de entendimiento y promesas de infraestructura concretas, por ejemplo, un nuevo puerto.
China y El Salvador
En El Salvador con el presidente Salvador Sánchez Cerén ( 2014 – 2019)a pocas semanas había conversaciones para el Puerto La Unión y otros proyectos que siguieron con el presidente Nayib Bukele, que en su primera visita a China regresó en diciembre de 2019 con la promesa de 500 millones de dólares de inversión en fondos no reembolsables. La República Dominicana también firmó 18 acuerdos al principio, actualmente tiene 22 intenciones de proyectos.
El expresidente Sánchez Cerén es prófugo de la justicia salvadoreña que lo acusa por los delitos de peculado y lavado de dinero que habría causado un daño de más de 183,6 millones de dólares de fondos estatales. Junto a su familia fue nacionalizado por el régimen de Nicaragua, aunque existe una orden internacional de captura solicitada por El Salvador.
“Aunque algunos proyectos no se han hecho realizado, por lo menos había promesas concretas. Si se compara con todos los otros casos cuatro casos de cuánto y qué tan grande eran los promesas, me llama la atención, la falta de estas para Nicaragua”, declaró Ellis.
¿Venganza china?
Ellis consideró que el régimen de Xi Jinping conoce que la familia Ortega está aislada internacionalmente y debilitada, por lo cual no tiene apuro en socorrerla ni hacer negocios con ella, aparte, desde que asumió el poder en 2007, pasaron 15 años para romper con Taipei y volver a entablar relaciones con Pekín.
“China continental es sutilmente vengativa. Si uno habla mal o desafía a China quizás no harán cosas abiertamente, pero encontrarán la manera de hacer pagar a los que lo desafían, aunque quizás nadie en China proclama que están cobrando a los Ortega por los 15 años que esperaron, indirectamente los chinos están haciéndolo esperar por eso, eso es muy consistente con el miedo que los chinos generan en muchas otras personas que tienen negocios con ellos y no se atreven a hablar en contra”, aclaró Ellis.
Puso como ejemplo el caso de Australia, cuyas exportaciones quedaron congeladas a ese país, porque mencionaron desde alto nivel que la ciudad de Wuhan, como responsable de la pandemia del coronavirus.
Ganancia personal
“Los Ortega esperaron para sacar cada gota de ventaja posible de ganancia personal y económica de Taiwán, solo de último momento se vieron obligados a cambiar cuando estaba acorralados por las sanciones estadounidenses y europeas, después de las elecciones de noviembre del año pasado”, consideró Ellis.
Por otra parte, China se mueve con cautela en el caso de Nicaragua, dijo Ellis. Lo que está ocurriendo en el país centroamericano con la alta migración, la mala gestión administrativa y falta de respeto a la democracia y los derechos humanos, podrían ser utilizadas en contra de China, aunque no descartó que eventualmente podría llegar a invertir en el Golfo de Fonseca y ganarse a los otros países de la región Honduras, Guatemala y Belice.
Taiwán, un socio callado y generoso
Nicaragua despreció a uno de sus más cercanos aliados internacionales y terminó 31 años de relaciones continuas con Taiwán, su principal donante internacional tras la censura al régimen por sus abusos a los derechos humanos que se recrudecieron a partir de abril de 2018.
La agencia suiza de noticias informó en ese momento que Nicaragua renunció al tratado de libre comercio con Taiwán para negociar uno con China, rompió siete acuerdos suscritos, incluyendo un préstamo por 20.2 millones que estaba pagando desde 1998, el cual se desconoce si fue cancelados. Además, 31 proyectos financiados por ese país quedaron huérfanos, la mayoría en el sector agropecuario y con presupuesto de 10 millones de dólares anuales.
Taiwán se atrevió a sostener un costo político al mantener no solo la cooperación con el régimen después de 2018, sino, al no condenarlo internacionalmente, pero Ortega hasta entregó los bienes de la embajada taiwanesa y sin pudor se los entregó a China.
Donación cero
Del último informe de ejecución presupuestaria, a septiembre de 2022, se encuentran remanentes de su cooperación, como C$47.7 millones para insumos médicos, C$8 millones para el Programa Nacional de Mejoramiento Genético en Ganadería Bovina, C$33.7 millones del Proyecto Construcción del Policlínico para la Atención Ambulatoria de Adultos y Pediatría del Hospital Carlos Roberto Huembes de la Policía Nacional y de C$89.7 millones para la ejecución del Proyecto de Construcción de Viviendas Solidarias.
En 2021 el sector público de Nicaragua solo recibió USD32.3 millones en cooperación internacional bilateral, siendo el principal benefactor Taiwán, con USD17.2 millones, un poco más dela mitad del monto total.
La República Popular China desde que reinició sus relaciones con Nicaragua no ha donado nada; tanto en 2022 como en el Presupuesto General de la República (PGR) 2023 no aparece en la lista de benefactores del Estado, ni siquiera en los préstamos. De hecho, las únicas donaciones bilaterales corresponden a España (C$62.2 millones) y Kuwait (C$61.3 millones).
Primeros síntomas de rapacidad de Pekín
Según estadísticas de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) y el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (MIFIC) en 9 meses del 2022 el déficit comercial de Nicaragua con China ronda los 949.2 millones de dólares, el más alto de su historia, Taiwán todavía tiene un balance positivo comercial de 22.7 millones de dólares, a pesar que ya rompieron relaciones hace un año.
Nicaragua compra más a China comunista de lo que le exporta, un total de 9,733 millones de dólares en once años es la cifra de importaciones desde el país comunista, por su parte, la RPC solo importó 261 millones de dólares de productos nicaragüenses en este mismo periodo.
Por el contrario, desde 2008 con el TLC con Taiwán, entre 2010 y 2021, la isla compró 825.8 millones de dólares en productos nicaragüenses, un faltante que se notará a mediano plazo, porque Taiwán no solo compraba crustáceos, también carne y azúcar, China y Hong Kong le compran en cambio crustáceos, aceite de maní, madera aserrada y tabaco, pero vende una variedad de productos principalmente telas, equipos de transmisión, motos, pesticidas y neumáticos, revelan datos del Observatorio de Complejidad Económica (OEC).
Primeros síntomas de rapacidad de Pekín
Según estadísticas de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) y el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (MIFIC) en 9 meses del 2022 el déficit comercial de Nicaragua con China ronda los 949.2 millones de dólares, el más alto de su historia, Taiwán todavía tiene un balance positivo comercial de 22.7 millones de dólares, a pesar que ya rompieron relaciones hace un año.
Nicaragua compra más a China comunista de lo que le exporta, un total de 9,733 millones de dólares en once años es la cifra de importaciones desde el país comunista, por su parte, la RPC solo importó 261 millones de dólares de productos nicaragüenses en este mismo periodo.
Por el contrario, desde 2008 con el TLC con Taiwán, entre 2010 y 2021, la isla compró 825.8 millones de dólares en productos nicaragüenses, un faltante que se notará a mediano plazo, porque Taiwán no solo compraba crustáceos, también carne y azúcar, China y Hong Kong le compran en cambio crustáceos, aceite de maní, madera aserrada y tabaco, pero vende una variedad de productos principalmente telas, equipos de transmisión, motos, pesticidas y neumáticos, revelan datos del Observatorio de Complejidad Económica (OEC).
Complejidad del mercado chino
Los países pequeños que carecen de estructuras de exportación se complican con mercados distantes y complejos como el chino, sobre todo cuando la mayoría de sus productos no son de lujo o no tienen mucha logística ni mercadeo.
Por ejemplo, si Nicaragua desea exportar fruta, debe colocarla en contenedores refrigerados con altos costos para enviarlos por la mitad del mundo, mientras que China podría conseguir esta misma fruta o algo parecido en Vietnam o Tailandia, explicó Ellis.
Caso siempre en el primer año de reapertura con China, hay un cambio positivo para exportadores políticamente conectados beneficiados con los acuerdos, por lo que sus productores se venden más, pero con el tiempo este beneficio no se expande a otros productores o sectores, indicó el experto.
China tiene la experiencia, logística y alcance de vender esos productos, abre sus mercados y casi siempre venden varios tipos de mercancías, servicios de construcción, telecomunicaciones, entre otros.
Por eso en países pequeños las exportaciones saltan en el primer año y se estancan, mientras las importaciones siguen aumentando constantemente. En Nicaragua el riesgo es mayor porque están involucrados los negocios familiares de los Ortega desde el centro de promoción a inversiones ProNicaragua, argumentó el experto internacional.
Libre comercio de mariscos
Pese a la promesa incumplida de invertir 50 mil millones de dólares en un supuesto canal interoceánico de 2013, hecha por el empresario de telecomunicaciones Wang Jing, ni una sola obra fue construida, Nicaragua negocia un nuevo TLC con el país comunista y como gesto se aprobó un acuerdo marco que resulta desde el principio más ventajoso para China.
Se trata del Acuerdo de Cosecha Temprana del Tratado de Libre Comercio entre el Gobierno de la República de Nicaragua y el Gobierno de la República Popular China aprobado por el parlamento el 8 de septiembre.
Nicaragua por ahora, según el Acuerdo de Cosecha Temprana, solo puede exportar a China mariscos como camarones, langostinos, cangrejos, pepinos y erizos de mar, mientras el país asiático seguirá enviando llantas, compuestos alimenticios, bebidas no alcoholizadas, alimentos para animales, insecticidas, fertilizantes, fungicidas, detergentes, entre otros, pero ahora a tasa preferencial.
Malos negocios
Nicaragua tendrá una cantidad de empresarios chinos vendiendo productos baratos compitiendo contra empresarios nicaragüenses con muy poco que ofrecer y muy limitados en el acceso al mercado asiático.
En Costa Rica, antes de cambiar relaciones a favor de China, habían ubicado una fábrica de microchips en San José y ya había grandes expectativas que Intel comprara los chips ticos, pero rápidamente cerró esta producción y ahora como todos, tiene un déficit comercial. La OEC indica que en 2020 los costarricenses importaron 1.97 mil millones de dólares, a cambio exportaron el equivalente a 287 millones de dólares.
A diferencia de Nicaragua que no tiene productos de valor agregado, Costa Rica vende a China aparatos médicos, componentes eléctricos y aparatos ortopédicos. Con todo eso mantiene un enorme déficit comercial, porque el país asiático tiene una amplia lista de productos en el mercado, siendo el principal artículo de importación chino en la nación centroamericana, los equipos de transmisión, que representa el 6.9% del total de importaciones desde el gigante asiático.
Cero inversiones
En abril pasado, el régimen anunció la firma de un convenio de cooperación con la RPC para la construcción de viviendas por un monto de 60 millones de dólares, siendo esta la primera inversión concreta de esta relación bilateral.
Desde febrero existen cuatro memorandos de entendimientos con las empresas China Communications Construction Company (Cccc), China State Construction Engineering Corporation Ltd. (Cscec), China CAMC Engineering Co., Ltd. (Camce), y Power Construction Corporation of China (Power China) para crear proyectos de infraestructura, salud y energía.
Hasta ahora, el total de Inversión Extranjera Directa (IED) de China es el equivalente a cero y se desconoce si hay alguna empresa que actualmente esté operando en el país o realizando actividades lucrativas.
Taiwán tampoco era un gran inversor en Nicaragua, a pesar que existen algunas empresas textileras en zonas francas, estas solo generan unos tres mil empleos, según el sindicalista Pedro Ortega en declaraciones al diario La Prensa.
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