Por: Expediente Público
Con el principal interés de marginar de la esfera diplomática a Taiwán y consolidar su papel de “adversario” potencial de los Estados Unidos, China ha utilizado como moneda de cambio su contribución al desarrollo económico y social de sus aliados en la región latinoamericana a través de la cooperación e inversión directa.
El régimen chino, que figura como el segundo socio comercial de la región, ha otorgado su respaldo diplomático y apoyo concreto en áreas de comercio, inversión, concesión de préstamos, infraestructura y cooperación a los países latinoamericanos, pero no ha sido igual para todos los países, pues depende de lo que cada uno tiene para ofrecerle.
Desde 2005, según el centro de análisis Diálogo Interamericano, China otorgó más de 136 mil millones de dólares en concepto de préstamos soberanos y comerciales a países y empresas en América Latina y el Caribe.
Los mayores beneficiados con préstamos comerciales son países como Argentina y Brasil, en tanto, los préstamos soberanos han sido otorgados, en su mayoría, a Venezuela, Brasil, Ecuador y Argentina para proyectos de construcción y desarrollo.
La última actualización de la base de datos del centro de análisis refleja que China otorgó en 2022, tres nuevos préstamos con un valor de 813 millones de dólares a Brasil, Barbados y Guyana para ejecutar proyectos sociales, después que en 2020 no emitió ningún solo préstamos.
China presta dinero a países endeudados
Margaret Myers, directora del programa Asia y América Latina del Diálogo Interamericano, explicó a Expediente Público que la política de China, en general, ha sido ofrecer préstamos a países que tienen “altos niveles de deuda externa” o tuvieron en algún momento problemas con instituciones internacionales en la región.
“Fue algo muy bien bienvenido por algunos gobiernos por muchos años porque no tenían acceso (a préstamos) y necesitaban fondos para avanzar en algunos proyectos e intereses, especialmente, por parte de algunos líderes o gobiernos en la región. Ahora vemos que esos países en algunos casos han encontrado grandes problemas”, afirmó Myers.
Los multimillonarios préstamos que China acarrean un elevado endeudamiento y los países al intentar renegociar asumen nuevos compromisos que generan mayores problemas en el corto plazo.
“Ecuador es uno, el año pasado trataron de renegociar los términos de algunos crunches de la deuda y lo hicieron, pero en cinco años van a encontrar nuevos problemas y no es una solución al problema”, aseguró.
Myers agregó que en “el caso de Argentina hay mucha deuda y es algo que van a tener que repagar y trabajar en la renegociación, y en Venezuela hay todavía 17 mil millones que deben pagar a China en forma de petróleo y va a ser muy difícil a estos países encontrar una solución”.
China y sus intereses
Juan Pablo Cardenal, periodista e investigador especializado en China, dice a Expediente Público que este país se ha convertido en los últimos 20 años en el principal socio de la mayoría de los países de América Latina.
Pone de ejemplo el vínculo entre Brasil, Perú, Argentina, Chile y Ecuador y la relación que se empieza a fortalecer con Colombia, México y Bolivia. Aunque el rol que ejerce es “enorme”, también es desigual, sostiene.
Los intereses que forjaron estas alianzas, asegura Cardenal, están vinculados al acceso a recursos naturales, petróleo, minerales a cambio de comercio, concesión de préstamos, proyectos para financiar infraestructuras o inversiones por parte de China.
A China solo le intereses explotar recursos naturales
Pero, con el tiempo, el patrón que explica el especialista fue cambiando pues China puede adquirir recursos como el petróleo en Oriente medio o Rusia, y ya no comprarlo en Ecuador.
“Para China lo relevante de América Latina siguen siendo los recursos naturales, más los recursos naturales estratégicos, el cobre, estratégico para ellos, pero también el litio y sobre todo los alimentos. China lo que pretende en América Latina es también garantizar su seguridad alimentaria”, explica Cardenal.
En América Latina y el Caribe, la Inversión Extranjera Directa en 2021 aumentó 40.7% en comparación a 2020, alcanzando un total de 142,794 millones de dólares, según el informe anual que publica la Unidad de Inversiones y Estrategias Empresariales de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
De acuerdo al estudio, Brasil y México figuraron como los países receptores de la inversión extranjera directa en la región.
Según el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe, el comercio entre China y América Latina y el Caribe se cifró en 451,591 millones de dólares en el año 2021, citando datos de la Administración General de Aduanas de China.
Sin embargo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) cifra en 322,000 millones de dólares los flujos de inversión de China en la región.
Las exportaciones de China a la región se cifraron en 229.009 millones de dólares en el mismo año, mientras que las exportaciones latinoamericanas a China alcanzaron solo 22,582 millones de dólares, según estadísticas de las aduanas chinas.
¿Qué pasa en Centroamérica?
En el caso de Centroamérica, la alianza con China le ha dado a Costa Rica, Panamá, El Salvador y Honduras como beneficio algunos proyectos y programas en áreas de la educación, salud, energía, comunicaciones, agricultura, minas, así como servicios bancarios y financieros, según un monitoreo realizado por el Observatorio de Expediente Público sobre el alcance de estas relaciones en la región.
Sin embargo, a criterio de los especialistas, los resultados de las relaciones diplomáticas no son lo que se esperaba.
La región centroamericana, que se ha considerado como una zona de influencia de los Estados Unidos, ha adquirido relevancia para la República Popular China, que desde 2007, viene tejiendo sus relaciones diplomáticas.
Promesas, lo que ofrece a Centroamérica
Myers considera que China tiene actualmente más influencia en Sudamérica que en cualquier otra parte del hemisferio occidental.
“Hemos visto un interés en Centroamérica, pero más con respecto a esta competencia entre China y Taiwán en la región (…) pero en términos comerciales, de inversión, flujos de capitales o financiamiento no vemos casi nada en Centroamérica”, aseguró la experta de Diálogo Interamericano.
Costa Rica fue el primer país que le dio el reconocimiento en 2007, y Honduras ha sido el último que estableció relaciones con el gigante asiático el 26 de marzo de 2023, dando por terminada su relación con Taiwán.
A pesar de las intenciones de China, Guatemala ha expresado su absoluto respaldo a la República de Taiwán, siendo el único país que no lo reconoce en Centroamérica.
¿Se ha beneficiado Costa Rica de la relación con China?
Evan Ellis, profesor investigador de Estudios Latinoamericanos del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unido señaló a Expediente Público que, en más de una década de relaciones con China, establecidas en 2007 inicialmente con Costa Rica no se ha avanzado mucho.
También menciona que con esa alianza hubo esperanza de que productos tradicionales como frutas y café fueran exportados en mayor cantidad hasta China, pero Costa Rica sacó ventaja en la expansión de sus exportaciones a China, como consecuencia del reinicio de la producción de chips de Intel en 2021, alcanzado los 402 millones de dólares en 2022.
Lo que sí ha representado un avance en las relaciones entre ambos países han sido las exportaciones costarricenses que, según el Ministerio de Comercio Exterior de Costa Rica, en 2021 alcanzaron los 308 millones de dólares. Y entre los principales productos figuran dispositivos médicos, cítricos, pieles y cueros, carne y trozos de bovino, cobre para reciclar, café, enchufes y circuitos integrados.
Costa Rica en desventaja
No obstante, el país centroamericano enfrenta un gran déficit comercial con China, con importaciones que en 2021 alcanzaron 2,932 millones de dólares, según datos de la agencia Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica.
El especialista asegura que los países centroamericanos no tienen la posibilidad de promover, de forma sofisticada, un marco país para colocar sus productos en el mercado chino, así como recursos ni volúmenes de producción que puedan captar el interés de compradores chinos.
Esto se suma al reto de que los productos que ofrece Centroamérica, China los puede adquirir en países cercanos evitándose altos costos de importación.
Aunque el panorama es desalentador y limitado, reconoce que hay circunstancias especiales donde los países han logrado con éxito y con mucho esfuerzo abrirse espacio y sacar ventaja.
“Sí hay datos que muestran un avance del intercambio, pero casi siempre ese avance ha sido de penetración de productos chinos y no tanto beneficios por los productores locales”, agrega.
¿Qué busca China?
El investigador Cardenal también reconoce que las expectativas que se tenían con la relación de Costa Rica con China han quedado de algún modo frustradas. Además, asegura que la presencia de China, de forma general, en Centroamérica no represente una presencia tan importante, como en Sudamérica.
“No podemos pensar que China está aquí para ayudar a América Latina, no, sino que está en América Latina para sus propios intereses”, señala.
Sobre los motivos que llevaron a China a aliarse con los países centroamericanos, Cardenal asegura que la razón de peso era lograr el aislamiento diplomático de Taiwán, pues esta zona no tiene muchos recursos naturales para ofrecerle.
No todo es despreciable
Ahora, dice, con el objetivo casi alcanzado, los intereses que puede tener ese país asiático en Centroamérica son para mantener a sus aliados bajo su órbita diplomática y política y para que le garanticen el voto ante la ONU y los organismos internacionales.
A pesar de ello, señala, Centroamérica no deja de ser un mercado, aunque pequeño.
“China ofrece la construcción de infraestructuras a un precio mucho más barato y mucho más rápido que lo que hacen inversores tradicionales y ahí puede tener una oportunidad de negocio. Ahí se explica que puedan estar en una región”, resume.
El especialista advierte que algunos países de la región latinoamericana empiezan a dar la sensación de ser dependientes de China y es algo que deberían evitar.
“Hay oportunidades con China, eso es indudable, por su tamaño, no deja de ser la segunda economía del mundo, pero también hay muchos riesgos y hay que saber cuáles son. A veces se omiten esos riesgos y solo hay un discurso alrededor de las oportunidades que China ofrece”, dice.
Visite el artículo original en Expediente Público
China’s relationship with Latin America: Unequal and self-serving
By Expediente Público
With the main interest of China being to keep Taiwan marginalized in the diplomatic arena and consolidate its role as a world power that “rivals” the United States, China uses the economic and social development of its partners in the Latin American region through cooperation and direct investment as currency.
The Chinese regime, which ranks as the second largest trading partner for the region, has granted its diplomatic backing and absolute support to the areas of trade, investment, loan concessions, infrastructure, and cooperation in Latin American countries. But its conditions have not been the same accross the board, depending on what each country has to offer.
Since 2005, according to the Center of Analysis at the Inter-American Dialogue, China granted more than US$136 billion in sovereign and commercial loans to countries and companies in Latin America and the Caribbean.
The main beneficiaries of commercial loans are countries like Argentina and Brazil. Regarding sovereign loans, the majority have gone to Venezuela, Brazil, Ecuador, and Argentina for construction and development projects.
The last update to the database at the Center of Analysis reflected that China granted three new projects worth US$813 million to Brazil, Barbados, and Guyana to execute social projects, after it did not issue a single loan in 2020.
China loans money to countries in debt
Margarent Myers, director of the Asia and Latin America Program at the Inter-American Dialogue, explained to Expediente Público that Chinese policy in general has offered loans to countries in the region that have “high levels of external debt” or have had problems with international institutions at some point.
“It was something that was welcomed by governments for many years because they did not have access to loans and needed funds particularly to move forward on key projects and interests. Now, we see that these countries have run into big problems in some cases,” said Myers.
China’s multi-million dollar loans lead to debt problems for countries who try to renegotiate and end up taking on new commitments that create large problems in the short term.
“Ecuador is one of these countries. Last year, they tried to renegotiate the terms of credit crunches. While they were successful, in five years, they are going to have new problems as it was not a solution to the problem,” he said.
Myers added that “Argentina has a lot of debt, and it is something that they are going to have to repay and renegotiate. Venezuela still owes China US$17 billion in the form of petroleum. It is going to be very difficult for these countries to find a solution.”
China and its interests
Juan Pablo Cardenal, journalist and researcher who specializes in China, told Expediente Público that during the last 20 years, the country has become the main partner for the majority of Latin American countries.
He cites China’s relationship with Brazil, Peru, Argentina, Chile, and Ecuador, along with the relationship that the Asian giant is beginning to strengthen with Colombia, Mexico, and Bolivia. While China’s role in the region is “huge,” it is also unequal, he says.
The interests that forged these alliances, says Cardenal, are tied to the attainment of natural resources, petroleum, minerals in exchange for trade, loan concessions, projects to finance infrastructure, and investment from China.
China is only interested in exploiting natural resources
But the expert explains that with time, the pattern began to change since China can adquire strategic natural resources like petroleum from the Middle East or Russia, instead of buying it in Ecuador.
“For China, Latin America’s natural resources are still relevent, particularly its strategic natural resources, such as copper, which is strategic for them, but also lithium and the region’s foodstuffs. What China hopes to do in Latin America is guarantee its food security,” says Cardenal.
In Latin America and the Caribbean, Foreign Direct Investment (FDI) in 2021 rose by 40.7%, compared with 2020, where FDI reached US$142.794 million, according to an annual report published by the Investments and Business Strategies Unit of the Productive Business Development Division of the Economic Commission for Latin America and the Caribbean (CEPAL).
According to the study, Brazil and Mexico are receiving countries of FDI in the region.
According to the Economic System for Latin America and the Caribbean, trade between Latin America and the China reached US$451.591 million in 2021, citing data from
However, the Economic Commission for Latin America and the Caribbean (CEPAL) cites US$322 million in investment flows from China to the region.
Chinese exports to Latin America were US$229.009 million that the same year, while Latin American exports to China reached only US$22.582 million, according to statistics from the Chinese customs agency.
What is happening in Central America?
In the case of Central America, the partnership with China has benefitted Costa Rica, Panama, El Salvador, and Honduras in terms of projects and programs in the areas of education, health, energy, communications, agriculture, mining, and banking and financial services, according to tracking carried out by Expediente Público’s observatory on the reach of these relations in the region.
However, for the experts, the results of these diplomatic relations are not what countries had hoped.
Central America, which is an important region for the United States, has become relevant for the People’s Republic of China, which, since 2007, has worked toward diplomatic relations.
Promises: What China offers Central America
Myers believes that China currently has more influence in South America than in any other part of the Western Hemisphere.
“We have seen an interest in Central America but more with respect to the competition between China and Taiwan in the region (…) In commercial terms, such as investment, capital flows, and financing, we do not see almost any interest in Central America,” according to the expert at the Inter-American Dialogue.
Costa Rica was the first country to recognize China in 2007, and Honduras was the most recent, establishing diplomatic relations with the Asian giant on March 26, 2023, a decision that ended its relationship with Taiwan.
Despite the intentions of China, Guatemala has expressed its complete support for the Republic of Taiwan and is the only country in Central America that does not recognize China.
Has Costa Rica benefited from China?
Evan Ellis, research professor in Latin American Studies at the Strategic Studies Institute of the US Army War College pointed out to Expediente Público that in more than a decade of relations with China, beginning in 2007, Costa Rica has not advanced much.
He also mentioned that this relationship spurred hope that traditional products like fruit and coffee would be exported in larger quantities to China. However, Costa Rica took advantage of the expansion of its exports to China as a result of the renewal of the production of Intel chips in 2021, reaching US$402 million in 2022.
Costa Rican exports have represented important progress in relations between the two countries, and according to the Costa Rican Ministry on Foreign Trade, resulted in US$308 million in 2021. Medical equipment, citrus fruits, hides and leathers, meat and beef cuts, copper for recycling, coffee, and plugs and integrated circuits were the primary exports.
Costa Rica is at a disadvantage
However, the Central American country faces a huge commercial deficit with China, with imports that reached US$2.932 million in 2021, according to data from Costa Rica’s Foreign Trade Promotion Agency.
The expert ensures that Central American countries are not capable of sophisticatedly promoting a national framework to get their products into the Chinese market as well as resources or production volumes that could captivate the interest of Chinese buyers.
This adds to the challenge that China can aquire Central American products in neighboring countries to avoid high import costs.
While the panorama is discouraging and limited, the expert recognizes that there are special circumstances where countries have been successful with China, taking advantage of the situation and opportunity.
“There are data that show advances in trade, but it is almost always because of the influx of Chinese products and not benefits for local producers,” he adds.
What is China looking for?
Researcher Cardenal also recognizes that the expectations that were had with regard to Chinese relations with Costa Rica have been somewhat frustrated. He adds that, in general, a Chinese presence in Central America does not represent a presence as important as the one that it has in South America.
“We cannot think that China is here to help Latin America, but rather, it has a presence in the region for its own interests,” he points out.
Regarding the motives that brought China to seek alliances with Central American countries, Cardenal says that the main reason was to isolate Taiwan diplomatically, since the region did not have many natural resoureces to offer China.
Not all is lost
Now, with its objective almost reached, the Asian giant has interests in Central America to maintain its allies in its diplomatic and political orbit so that they guarantee China their vote before the United Nations and international organizations.
Even still, he points out that Central America is a market, albeit a small one.
“China offers the construction of infrastructure at a much more economical price and faster pace, which makes the country a traditional investor, creates business opportunities, and explains why it has a place in the region,” he summarizes.
The expert warns that some countries in the Latin American region have begun to give off the impression that they will become dependent on China, which is something that they should avoid.
“There are opportunities with China: that is undeniable. Because of its size, it is still the second largest economy in the world. However, there are many risks, and you have to know what they are. Sometimes, these risks are ignored, leaving a discourse around the opportunities that China offers,” he says.
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