Por Expediente Público
Las relaciones que por décadas mantuvo Nicaragua con Taiwán llegaron a su fin el 9 de diciembre de 2021, después que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo reconoció públicamente que “existe una sola China en el mundo”, pese a que desde 2014 la pequeña nación insular era uno de los principales donantes del país centroamericano y se convirtió en un aliado estratégico a partir de 2018, año en que estalló la crisis sociopolítica en el país.
Nicaragua oficializó relaciones diplomáticas con China, solo horas después de anunciar la ruptura de sus lazos con Taiwán.
Los sancionados Laureano Ortega Murillo y Rafael Ortega Murillo, hijos de la pareja presidencial, aparecieron junto a Iván Acosta, ministro del régimen también designado por Estados Unidos, junto al viceministro de Exteriores chino Ma Zhaoxu.
Laureano Ortega Murillo, oficialmente nombrado por el régimen Asesor Presidencial para Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional fue el encargado en nombre del Estado de firmar el documento de “Restablecimiento de Relaciones Diplomáticas entre Nicaragua y la República Popular China”.
¿Qué significa para la región?
Costa Rica fue el primer país centroamericano en establecer relaciones diplomáticas con la República Popular China en 2007, en una época en la que todo el istmo reconocía unánimemente a Taiwán.
Para Evan Ellis, profesor investigador de estudios latinoamericanos en el Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército de los Estados Unidos y un especialista en el papel de los actores extra-hemisféricos, el crimen organizado transnacional y el populismo, el cambio diplomático de Nicaragua era “inevitable”.
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Ellis analizó en el artículo «El giro de Nicaragua a China: ¿Qué significa para la región?» que el anuncio acelera una “tendencia preocupante en las partes del hemisferio occidental más cercanas a Estados Unidos a una forma de populismo autoritario financiado por China”.
“Estados Unidos necesita expulsar inmediatamente a Nicaragua del CAFTA-DR y redoblar las acciones en otras áreas contra el régimen de Ortega, incluidas las sanciones del Tesoro de Estados Unidos y las investigaciones del Departamento de Justicia siempre que sea posible”, analizó Ellis en el a.
Ellis señaló que lo anterior incluye medidas de Estados Unidos contra otros gobiernos autoritarios más allá de Nicaragua, incluido el régimen de Maduro en Venezuela.
“Estados Unidos puede incorporar a sus aliados europeos y asiáticos de ideas afines en esa campaña intensificada”, mencionó Ellis.
El politólogo Pedro Fonseca, investigador de Urnas Abiertas, explicó a Expediente Público que por un “sencillo principio democrático y de conflicto de intereses” el sancionado hijo de la pareja presidencial no debería firmar el documento en representación del Estado.
La acción solo evidencia el carácter dinástico del régimen que inviste a un hijo con poderes para firmar en nombre del Estado.
“Él no debería estar ocupando ninguna posición en el gobierno ni mucho menos adoptar una posición de representación política, comercial o económica de parte del gobierno. En cualquier país democrático y en cualquier país que se respetaran las leyes y el Estado de derecho, Laureano no podría estar ejerciendo esta función por el simple hecho de que eso constituye un caso de corrupción que se interpreta como nepotismo y como conflicto de intereses”, señaló Fonseca.
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Laureano apareció por primera vez en la Agencia de Promoción de Inversiones y Exportaciones (ProNicaragua) en el año 2009, como asesor en el área de promoción de inversión para el sector turismo.
Pese a no ser funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores apareció firmando con Ma Zhaoxu.
“Teniendo en cuenta que en Nicaragua se hace lo que la pareja presidencial decide en este caso ha sido designado como un representante de Nicaragua en temas de inversiones y, por ende, está en la facultad de hacerlo”, explicó Fonseca.
Al margen de su papel como Asesor Presidencial para Inversiones, Laureano figuraba como enlace personal de Ortega con Wang Jing, el empresario chino del fallido proyecto de canal interoceánico, y como representante del Estado en las relaciones económicas y políticas con la Rusia de Vladimir Putin.
El 17 de abril de 2019, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció sanciones contra Laureano Ortega Murillo por ser un “facilitador clave de la corrupción del régimen de Ortega”.
El 12 de diciembre de 2019, Estados Unidos también designó a Rafael Ortega Murillo y procedió a congelar sus bienes y, de manera más general, prohibió a los ciudadanos estadounidenses realizar transacciones con el hijo de la pareja presidencial.
Mientras que Acosta fue designado el 22 de mayo de 2020 señalado de coordinar las finanzas del régimen para “priorizar la represión y evitar reformas democráticas y la rendición de cuentas por violaciones de los derechos humanos”.
Taiwán lamentó ruptura
Según información oficial el régimen de Nicaragua está a la expectativa de realizar operaciones con China en el ámbito político, económico, social y cultural, entre otros
Taiwán lamentó que el gobierno de Nicaragua haya decidido “ignorar la larga y estrecha amistad” entre ambas naciones, por lo que dispuso poner fin con “efecto inmediato” a las relaciones diplomáticas que mantenían desde 1990.
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Fonseca señaló que además de cualquier interés económico que persiga el régimen con la República Popular China, hay intereses políticos de carácter estratégico.
“En una situación en la que se encuentra ahora mismo el gobierno de Nicaragua en la que cada vez más se encuentra aislado de la comunidad internacional y Estados Unidos le ha exigido respetar la normativa del Estado de derecho y los derechos humanos y sancionado a su gobierno, pues Nicaragua, por tanto, tiene que buscar nuevos socios y uno de estos socios ha sido China”, explicó Fonseca.
En el marco de la XXVI graduación de oficiales del Centro Superior de Estudios Militares general de división «José Dolores Estrada Vado», del Ejército de Nicaragua, Ortega defendió a la República Popular de China y dijo que solo era cuestión de tiempo volver a restablecer esas relaciones diplomáticas.
«La China de hoy no tiene nada que ver con la China que encontramos en los años ochenta cuando visitamos la Republica Popular China. No era la potencia que es ahora, se convirtió en una potencia económica y una potencia que atacó la pobreza, atacó el hambre, desarrolló la economía, desarrolló la ciencia, la tecnología (…) Es una potencia de primer nivel, incluso se da por un hecho que dentro de pocos años la economía mundial dejará de ser Estados Unidos de Norteamérica», mencionó Ortega.
Sandinistas traicionaron a Taiwán
El ministro de Relaciones Exteriores, Denis Moncada Colindres, anunció el 9 de diciembre de 2021 que Nicaragua no volvería a tener “ninguna relación o contacto de carácter oficial con Taiwán”.
“Taiwán forma parte inalienable del territorio chino”, dijo Moncada Colindres al reconocer que la decisión está basada en un hecho con fundamentos históricos y jurídicos.
El territorio de Taiwán es considerado por China como una “provincia rebelde” desde 1949, luego del triunfo de los comunistas liderados por Mao Zedong.
La decisión del régimen orteguista de romper relaciones con Taiwán ocurre en un contexto convulso para el país centroamericano que no fue invitado a la Cumbre por la Democracia, un evento organizado por el gobierno de Estados Unidos.
El 19 de noviembre el régimen anunció su decisión de abandonar la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo que demanda la realización de nuevas elecciones en Nicaragua.
“Mi interpretación es que hay interés geoestratégico por parte de Nicaragua para alinearse en función de los intereses políticos, militares e ideológicos de los gobiernos, por ejemplo, de China o Rusia, sobre todo ahora mismo que hay un contexto de tensiones debido a los intereses expansionistas de Rusia frente a Ucrania”, mencionó Fonseca.
Estados Unidos calificó a Taiwán como “un socio confiable y democrático» y lamentó el anuncio de Nicaragua de romper relaciones diplomáticas con el gobierno taiwanés.
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“Las relaciones de Taiwán con socios diplomáticos en el hemisferio occidental brindan importantes beneficios económicos y de seguridad a los ciudadanos de esos países”, señaló el Departamento de Estado en una nota de prensa.
Las falsas elecciones del 7 de noviembre no le otorgaron ningún mandato a Ortega para sacar a Nicaragua de la familia de las democracias estadounidenses, señaló Estados Unidos.
Wang Jing: “Decisión acertada”
El inversionista chino Wang Jing, presidente de HKND Group, el hombre que vino a Nicaragua en 2013 con la promesa de construir un canal interoceánico envió una carta al régimen de Ortega y Murillo felicitándolos por la decisión de romper relaciones con Taiwán.
“Es una decisión acertada que se ajusta a la tendencia general y está en consonancia con la voluntad, las aspiraciones, y el bienestar de los pueblos de China y Nicaragua, y redunda en los intereses fundamentales del pueblo nicaragüense”, refirió en la misiva fechada el 10 de diciembre.
Las obras del proyecto fallido del régimen iniciarían el 22 de diciembre de 2014, pero nunca se completaron.
Aunque no hace ninguna referencia sobre qué pasó con el proyecto canalero en su carta, Wang Jing señaló que “Nicaragua está destinada a convertirse en el eje más importante de la Franja y Ruta a través del Pacífico y el Atlántico”.
El socio que pierde el régimen
Nicaragua retomó las relaciones con Taiwán en 1990, bajo la administración de Violeta Barrios de Chamorro, quien en ese año derrotó en las urnas a Ortega.
En 2014, ya con Ortega en el poder, los taiwaneses se convierten en uno de los principales donantes bilaterales, pero es a partir de 2018 que se consolida como un aliado estratégico.
Las donaciones bilaterales que recibía el sector público pasaron de representar el 38.4% en 2014 a casi el 60% en 2020.
Desde 2007, cuando Ortega retornó al poder, hasta 2020 la cooperación taiwanesa sumó más de US$194 millones (6,867 millones de córdobas), representando un 11.3% de los US$1,719.4 millones (60,866,7 millones de córdobas) de la cooperación bilateral que recibió el sector público del país en ese periodo, según el Informe de Cooperación Oficial Externa (ICOE) del Banco Central de Nicaragua (BCN).
En 2021, Taiwán consolidó su posición como el principal donante bilateral de Nicaragua, pues fue el responsable del 47.2% de las donaciones externas recibidas por el país centroamericano.
Según datos del informe de ejecución del Presupuesto General de la República (PGR) entre enero y septiembre de este año, la pequeña nación insular entregó a Nicaragua US$23.07 millones de los US$48.9 millones que recibió en total en concepto de donaciones externas.
El Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP) revela en su informe que Nicaragua estaba previsto percibir de Taiwán, entre octubre y diciembre a diciembre de 2021 al menos casi US$6.9 millones adicionales.
En 2008, Nicaragua y Taiwán firmaron un Tratado de Libre Comercio que ha contribuido al aumento del comercio bilateral.
Taiwán, principal socio del BCIE
Taiwán es uno de los primeros socios extrarregionales en incorporarse al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en 1992, desde entonces ha apoyado con cooperación y financiamiento en sectores primordiales como: agrícola, seguridad alimentaria, educación e impulso a la micro, pequeña y mediana empresa.
Su apoyo también se ha visto en la atención de la pandemia de Covid-19 y los huracanes Eta e Iota con cooperaciones por US$266.7 millones, según información del banco.
El banco regional ha sido uno de los principales soportes del régimen de Ortega y Murillo, al facilitarle anualmente cientos de millones de dólares.