Por Alonso Illueca
La República de Panamá y la República Popular China establecieron relaciones diplomáticas en 2017. A lo largo de los últimos seis años, el nivel de influencia e injerencia de China en Panamá ha aumentado considerablemente. Aunque previo al establecimiento de dichas relaciones ya existía una relación comercial fluida, ha sido a partir de 2017 en donde la influencia y la consecuente injerencia en asuntos panameños se ha hecho más visible.
Lo anterior ha venido acompañado por una serie de prácticas que son contrarias a valores y principios propios del orden internacional basado en reglas al que Panamá se adhiere, entre los cuales se encuentra la democracia, los derechos humanos y la transparencia. Las deficiencias panameñas en cuanto a dichos principios y valores han sido ulteriormente explotadas por la República Popular China.
El presente estudio de caso analiza las distintas formas en las que China ejerce su influencia en Panamá. Inicia con el componente simbólico arraigado a la entrada del Canal de Panamá en el Pacífico panameño, símbolo de luchas generacionales en pro de la recuperación de la soberanía nacional. Luego se inserta en temas formales o jurídicos vinculados a tratados bilaterales firmados por ambas partes y la negativa china en adherirse al protocolo de neutralidad del Canal de Panamá.
También considera un tema estratégico importantísimo, el control, por parte de la empresa hongkonesa Hutchison-Whampoa, hoy CK Hutchison Holdings, de los dos principales puertos aledaños al Canal, Balboa en el Pacífico, y Cristóbal en el Caribe. Lo anterior aunado al supuesto control chino sobre tal empresa ha, incluso, levantado alarmas en el Comando Sur de los Estados Unidos de América.
El estudio abarca otra temática igual de sensitiva, esto es, la lucha, desde Minera Panamá, por el control del cobre en el país istmeño. Hecho que a su vez ilustra el modo en el cual temáticas como el control accionario de una empresa y las estrategias de negociación con el Estado son utilizados por China de forma similar en distintos rubros (puertos y minería).
Igualmente, este trabajo analiza distintas obras de infraestructura desarrollada por empresas chinas como un centro de convenciones, un puerto de cruceros y el cuarto puente sobre el Canal, las cuales plantean paralelismos interesantísimos con los de Hutchison y Minera Panamá. En materia de seguridad se analizan los casos de Colón C2 y la utilización del modelo ciudad “segura de Shenzhen”, la ciberseguridad en San Miguelito, la utilización por parte de China de estructuras corporativas y la bandera panameña en la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Por último, analizamos el ejercicio de la influencia política y como están moldeando la narrativa a los más altos niveles del gobierno panameño.
Las conclusiones son bastante claras. La República de Panamá no se encuentra preparada para ampliar su relación con China desde la perspectiva económica, geopolítica, estratégica y de rendición de cuentas. Existe un desconocimiento generalizado sobre la forma en la que opera la parte china en Panamá, dejando a la parte panameña en una posición de debilidad estratégica.