¿Guatemala continuará con Taiwán o lo cambiará por China?

Por: Sharon Ardon y Yarely Madrid / Expediente Público

El Gobierno de Alejandro Giammattei ratificó a inicios de este año sus relaciones diplomáticas con Taiwán y mostró su compromiso de mantenerse como un sólido aliado, sin embargo, el panorama podría cambiar con el próximo presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo.    

Pese a que, en dos ocasiones, Arévalo ha dejado entrever su ideal de mantener su relación con Taiwán y de manera simultánea con la China comunista, analistas internacionales no creen que se ejecute de esa manera.  

“En el caso de China nosotros no creemos que tengamos que caer en el escenario donde hay que optar entre una u otra y continuaremos trabajando con las dos”, expresó firmemente el nuevo presidente de Guatemala en la conferencia de prensa de su triunfo en las elecciones presidenciales, el domingo 20 de agosto. 

Desafío diplomático de Bernardo Arévalo

Actualmente, Guatemala mantiene vínculos oficiales con Taiwán, focalizados por la cooperación económica y los lazos políticos.

Por otro lado, su relación con la República Popular China se centra en la inversión y el comercio, es decir, “una conexión de pueblo a pueblo” explicó a Expediente Público, Carlos Cascante Segura, de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional (UNA) de Costa Rica.

A criterio del analista costarricense, ese podría ser el único esquema probable en el que se pueda mantener con los dos países como hasta ahora. Sin embargo, duda de que realmente esa sea la intención en el mediano plazo, debido a que ha notado cómo “en otras oportunidades (Arévalo) ha señalado su deseo de ampliar las relaciones con la República Popular”.

Cascante advirtió que, si Arévalo opta por establecer relaciones con China, esto podría conllevar al cese inmediato de los lazos con Taiwán.

¿Cuál es el interés de China?

Matt Schrader, asesor sobre asuntos chinos del Instituto Republicano, explicó a Expediente Público que el interés de China en Centroamérica precisamente es “no reconocer a Taiwán” como país soberano y “no decir nada si China decide invadir a Taiwán en un futuro”.

Recordó Schrader que los países de Centroamérica tienen voz en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) donde pueden mostrar su apoyo a China y evitar confrontar a su aliado.

China reclama a Taiwán como parte de su territorio nacional, aunque la isla se ha autogobernado desde que se separó del continente gobernado por los comunistas en 1949 después de una larga guerra civil. Beijing ha prometido anexar la isla por cualquier medio necesario, incluida una invasión militar.

China ha desplegado 79 aviones militares y 23 buques de guerra en áreas cercanas a Taiwán a mediados de agosto, según el Ministerio de Defensa Nacional. Entre ellos, 25 naves militares cruzaron la línea media del Estrecho de Taiwán o invadieron la zona de identificación de defensa aérea.

Pekín presiona a Arévalo

A través del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, Pekín empezó a presionar a Bernardo Arévalo, quien gobernará Guatemala entre 2024 y 2028.

En declaraciones el pasado lunes, el canciller chino dijo que «establecer relaciones diplomáticas con China es la elección correcta que concuerda con la tendencia de la historia y de nuestros tiempos».

Cascante señaló que los intereses son los de China no los de Guatemala.

El analista político guatemalteco, Renzo Rosales reconoció a Expediente Público que dar detalles sobre la política exterior es “muy precipitado” cuando apenas se está ganando la elección. Consideró que la respuesta del próximo presidente Arévalo, “fue cautelosa y pragmática”, producto de su experiencia en la materia, habiendo fungido como vicecanciller en 1995.   

Pensar en Taiwán como aliado político

Rosales, catedrático universitario, expresó que, Guatemala no está en condiciones de arriesgarse a romper las relaciones diplomáticas con Taiwán y establecerlas con la China de Xi Jinping.

“Creo que ese nivel de riesgo es muy alto. Además, aquí hay una serie de condicionamientos políticos, económicos y comerciales que además hay que tomar en cuenta”, y recalca que mejorar la relación bilateral con Estados Unidos es crucial, considerando a Taiwán como un aliado fundamental de dicho país.

En contraste con la decisión del expresidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, quien en 2018 rompió relaciones con Taiwán y su sucesor, Nayib Bukele, abrió la embajada en Pekin casi al principio de su mandato (2020), Rosales considera que Guatemala no puede permitirse esa «locura», ya que sería “dispararse en el pie”.

La ambición china

“Este gobierno debe ser cauto en ese sentido”, agregó el politólogo.

Considera correcto que se establezca “una relación no diplomática pero sí comercial con China continental”, reconociendo de esa manera, la importancia económica del país, pero abogando siempre por mantener ciertas restricciones y así garantizar la estabilidad en la política exterior de Guatemala.

“Con China continental es altísimo riesgo establecer relaciones, está claro, tiene una serie de condicionamientos, reitero la palabra, de riesgo no solamente por su coalición con Estados Unidos sino también porque los paquetes de inversiones del nivel de intromisión que tiene China son absolutamente grotescos y no estamos para eso”, finalizó el analista.

¿Relación con ambos países?

A criterio del especialista argentino en análisis estratégico, Ricardo Ferrer Picado, es posible que Guatemala mantenga el balance en la relación con Taiwán y China.

“Sería un paso atrás de Arévalo que caiga en la trampa de romper relaciones con Taiwán, y sería muy inteligente de su parte, mantener relaciones comerciales (con China) que no condicionen la capacidad de decisión soberana, que no condicionen ni a él, ni su Gobierno, ni su país”, manifestó.

¿Cederá Guatemala?

Guatemala y Belice son los únicos en Centroamérica que no tienen relación diplomática oficial con China. Nicaragua, El Salvador, Panamá, Costa Rica y Honduras rompieron con Taiwán a favor de Pekín. 

“China Continental busca el control en una región sensible a sus intereses, a sus recursos, por la situación geopolítica. Esto también implica molestar a Estados Unidos como modo de responder al malestar que sienten de que Norteamérica proteja a Taiwán, que es su zona de influencia”, ilustró. 

El Gobierno de Taiwán, al felicitar a Arévalo por su triunfo en las elecciones del domingo, le expresó su “entusiasmo a la continuación de la cooperación con nuestro aliado democrático en beneficio de ambos pueblos”. 

En el primer año en la Presidencia de Honduras, Xiomara Castro, mantuvo la relación diplomática con Taiwán, aunque había establecido en su Plan de Gobierno que la cambiaría por la de China.

A mediados de marzo de 2023 y de forma abrupta, Honduras rompió la histórica cooperación de más de 80 años con Taiwán. En la gira de la mandataria Castro a China, en junio, ambas naciones firmaron un acuerdo que establecía “una sola China”. Además reiteraba que Taiwán “forma parte inalienable del territorio chino”.

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