Por Expediente Abierto

En febrero de 2023, 222 presos políticos nicaragüenses fueron liberados, desterrados hacia Estados Unidos, y posteriormente desnacionalizados. Lejos de constituir un acto de apertura democrática, se trató de una expresión más de la consolidación autoritaria del régimen de Daniel Ortega, incrementado las vulnerabilidades de estos líderes sociales y políticos, académicos, periodistas y activistas que representan las voces democráticas de Nicaragua. En el destierro, estos nicaragüenses también enfrentan significativos desafíos socioeconómicos. El exilio ha implicado un desarraigo material y ha puesto a prueba las capacidades mentales, físicas, idiomáticas y sociales de muchos de ellos.  

Los 222 nicaragüenses en el exilio representan una oportunidad crucial para la democratización de Nicaragua. Sus voces y perspectivas son esenciales para contrarrestar las acciones autoritarias del régimen de Ortega. Sus propuestas, análisis y voces, ahora desde la libertad, son más necesarias que nunca. Dado el cierre de espacios públicos dentro del país y la polarización de las diásporas nicaragüenses, la continuidad de su activismo y propuestas democráticas desde el exterior es vital. El papel de estos exiliados es aún más crucial hoy en día, considerando que el creciente autoritarismo en Nicaragua ha desmantelado las organizaciones opositoras a las que pertenecían, haciendo necesario reactivar el tejido cívico de los nicaragüenses.  

Frente a esta problemática, Expediente Abierto ha puesto en marcha el Programa de Becas para la Democracia en Nicaragua, iniciativa diseñada para potenciar las oportunidades de democratización y reconstrucción del tejido cívico que ofrecen las voces y vidas de los exiliados nicaragüenses en el exterior.  La Beca para la Democracia en Nicaragua generará nuevas iniciativas en el debate político, para la recuperación de la democracia, la justicia y los derechos humanos en el país.   

Los veinte nicaragüenses desterrados participantes de este espacio (de los cuales seis son mujeres) fueron convocados y seleccionados a partir de la evaluación de sus aplicaciones individuales por un comité asesor. Se seleccionaron por su capacidad de incidencia, producción analítica y vocería política.  

Entre los 20 becarios, la edad promedio del grupo es de 56 años, con un rango de entre 24 y 77 años. La mayoría se organizan en agrupaciones diversas, como UNAMOS, Monteverde, Ciudadanos por la Libertad, Movimiento Campesino, Movimientos Estudiantiles, entre otros. El aglutinar a plataformas políticas tan diversas en un solo espacio de análisis representa en sí mismo un logro de este programa. 

En el contexto de esta iniciativa los becarios están trabajando activamente en la elaboración de artículos, ensayos académicos y acciones de incidencia para mantener la atención internacional sobre la crisis política y de derechos humanos en Nicaragua. En este sentido, son asesorados por académicos internacionales y practicantes con vasta trayectoria en procesos de investigación e incidencia prodemocracia y en derechos humanos.  Los temas desarrollados incluyen:

Los becarios son también acompañados por el staff de Expediente Abierto, académicos e investigadores asociados y por comunicadores de Expediente Público. Al final de la beca habrán trabajado activamente para visibilizar sus perspectivas sobre Nicaragua con actores relevantes de la comunidad internacional, la academia y la sociedad civil. 

El Programa de Becas Para la democracia en Nicaragua tiene el potencial de fortalecer el tejido cívico existente, deteriorado por el severo autoritarismo en Nicaragua, a través de una estrategia novedosa. Revitaliza las voces y talentos de estos veinte nicaragüenses al tiempo que ellos aportan insumos analíticos necesarios para la actual coyuntura. Esta estrategia contribuye a visibilizar internacionalmente la crisis democrática en Nicaragua y facilita la innovación de estrategias de democratización adaptando experiencias exitosas de otros contextos a la realidad nicaragüense.